Imaginá por un momento los miles de chicos, desde bien jóvenes siendo presionados por sus padres para que estudien, igual que ahora con el fútbol, solo que TODOS tendrían grandes beneficios, hasta los que no participen.

Sería un mundo sumamente interesante, aunque seguiría siendo una mierda el hecho de hacer de los pibes una herramienta para elevar el orgullo de sus padres.
Igual me gusta más el universo alternativo.